domingo, 28 de junio de 2009

* Te voy a contar un cuento:

La bailarina


Sonaba una canción de ritmo no muy lento. Los allí presentes bailaban recatadamente en parejas. No se oía más que la música y el murmullo habitual de un local de baile aburrido.

Echando un vistazo, nada llamaba la atención: ni los tacones, ni las corbatas... Ni siquiera el collar de perlas de la de rojo… Después de un rato observando todo era monotonía…

Y así la misma estampa sábado tras sábado.

Pero una noche, a media pieza se acercó una joven que con paso seguro se situó en medio de la zona de baile, despejándola con tanto donaire. Al instante se echó al suelo haciendo molinos sin tocarlo con las piernas. Poco a poco las fue levantando hasta hacer el pino y dar una voltereta de medio lado. De ahí siguieron una serie de saltos, palmadas y giros al ritmo de la música que dejaron sobrecogidos a los presentes.

Todos se quedaron boquiabiertos y los vasos repiqueteando en sus mesitas redondas.

Cuando se acabó la canción el silencio era absoluto. La joven se acomodó la blusa con firmeza, se dio media vuelta, atravesó la pista y sin mirar a nadie se fue haciendo un pasillo entre la gente.
El collar de perlas se desgranó... clinc, clinc, clinc, clinc...

Y allí nada volvió a ser igual.